CONCLUSIONES
Nuestro sistema educativo en general, al igual que el resto de rubros gubernamentales, está atravesando por una severa crisis, se ha dejado en claro que tenemos muchas carencias y que es necesario replantear el camino a seguir, de ahí la importancia que cada docente tome conciencia del papel que desempeña, ya que también se deja bien claro que los alumnos no están habituados a leer, y si leen no entienden nada, no saben extraer ideas centrales, etc. Pero estamos olvidando otra parte importantísima ¿qué estamos haciendo en la práctica cotidiana para dar solución a esto? ¿Qué hacemos c para cambiar la perspectiva de nuestros alumnos respecto a a la lectura?
Nos ha resultado muy cómodo quejarnos de lo que estamos atravesando, pero no hemos decidido hacer cambios, por falta de tiempo, recursos o ganas, simplemente criticamos pero no actuamos, y recordemos que para que una crítica valga la pena, es preciso que venga acompañada de una propuesta de mejora y estamos olvidando esa parte.
Es cierto que la responsabilidad no es nuestra en un 100%, pero nuestra intervención oportuna, puede representar una gran evolución, una mejora importante, sabemos las pautas a seguir, porque nuestros planes de estudio se han encargado de marcarlas, entonces, sólo se trata de cambiar la actitud, no podemos hacer alumnos lectores, analíticos e interpretativos porque nosotros mismos nos hemos negado a convertirnos en eso, hemos hecho de nuestras prácticas docentes, simples clases de retransmisión, hemos dejado de lado las habilidades en los niños, es preciso cambiar de actitud, nosotros debemos dar el primer paso, seamos lectores, analicemos, comentemos, y demos a nuestros alumnos la oportunidad de reencontrarse con el interesante e insustituible mundo de la lectura.
Esto debe convertirse en misión de cada docente, de lo contrario el trabajo será en vano, trabajemos juntos, y hagamos de nuestros alumnos gente crítica, pensante y gustosa de la lectura.
Nuestro sistema educativo en general, al igual que el resto de rubros gubernamentales, está atravesando por una severa crisis, se ha dejado en claro que tenemos muchas carencias y que es necesario replantear el camino a seguir, de ahí la importancia que cada docente tome conciencia del papel que desempeña, ya que también se deja bien claro que los alumnos no están habituados a leer, y si leen no entienden nada, no saben extraer ideas centrales, etc. Pero estamos olvidando otra parte importantísima ¿qué estamos haciendo en la práctica cotidiana para dar solución a esto? ¿Qué hacemos c para cambiar la perspectiva de nuestros alumnos respecto a a la lectura?
Nos ha resultado muy cómodo quejarnos de lo que estamos atravesando, pero no hemos decidido hacer cambios, por falta de tiempo, recursos o ganas, simplemente criticamos pero no actuamos, y recordemos que para que una crítica valga la pena, es preciso que venga acompañada de una propuesta de mejora y estamos olvidando esa parte.
Es cierto que la responsabilidad no es nuestra en un 100%, pero nuestra intervención oportuna, puede representar una gran evolución, una mejora importante, sabemos las pautas a seguir, porque nuestros planes de estudio se han encargado de marcarlas, entonces, sólo se trata de cambiar la actitud, no podemos hacer alumnos lectores, analíticos e interpretativos porque nosotros mismos nos hemos negado a convertirnos en eso, hemos hecho de nuestras prácticas docentes, simples clases de retransmisión, hemos dejado de lado las habilidades en los niños, es preciso cambiar de actitud, nosotros debemos dar el primer paso, seamos lectores, analicemos, comentemos, y demos a nuestros alumnos la oportunidad de reencontrarse con el interesante e insustituible mundo de la lectura.
Esto debe convertirse en misión de cada docente, de lo contrario el trabajo será en vano, trabajemos juntos, y hagamos de nuestros alumnos gente crítica, pensante y gustosa de la lectura.
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